miércoles, 23 de abril de 2014

Poner en juego la vida

El otro día, mientras escuchaba Lynyrd Skynyrd, leía a Agamben en la biblioteca de la facultad, y el párrafo que copio a continuación me arrancó una sonrisa; no fue una sonrisa normal, de esas que solo evocan algún tipo de placer estético o intelectual, sino una sonrisa de estupefacción, algo así como el placer que se siente momentos antes de hacer un descubrimiento.

"Una vida que no puede separarse de su forma es una vida que, en su modo de vivir, se juega el vivir mismo y a la que, en su vivir, le va sobre todo su modo de vivir. ¿Qué significa esta expresión? Define una vida -la vida humana en que los modos, actos y procesos singulares del vivir no son nunca simplemente hechos, sino siempre y sobre todo posibilidad de vivir, siempre y sobre todo potencia. Los comportamientos y las formas del vivir humano no son prescritos en ningún caso por una vocación biológica específica ni impuestos por una u otra necesidad; sino que, aunque sean habituales, repetidos y socialmente obligatorios, conservan en todo momento el carácter de una posibilidad, es decir ponen siempre en juego el vivir mismo. Por esta razón -es decir en cuanto es un ser de potencia, que puede hacer y no hacer, triunfar o fracasar, perderse o encontrarse- el hombre es el único ser en cuya vida siempre está en juego la felicidad, cuya vida está irremediable y dolorosamente asignada a la felicidad. Y esto constituye inmediatamente a la forma-de-vida como vida política"

Extracto de: Agamben, Giorgio, Forma-de-vida, en Medios sin fin


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